Programa Click Verde del Medio Colombiano NTN24 entrevista al profesor Enrique Suárez
La COVID-19 sometió a unos 4 mil millones de habitantes de la tierra a un largo aislamiento que ha servido para que algunas especies puedan estar más tranquilas en sus hábitats naturales y miles de aves puedan invadir las ciudades con mayor tranquilidad, lejos de las actividades humanas y de la contaminación auditiva.
Enrique Suárez, investigador y profesor de la Universidad Austral de Chile dijo al equipo periodístico de Click Verde de NTN24 que el ruido ambiental es un factor de estrés y que incide fuertemente en la salud de las personas y sería incluso una de las principales incidencias negativas en el patrón de sueño y podría aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. También, explicó que los animales tienen un comportamiento de precaución frente al ruido y por tanto es habitual que huyan o se alejen de la bulla. “En este tiempo de pandemia nosotros hemos sido testigos de la presencia de animales en lugares urbanos donde habitualmente esto no sucede, justamente porque las aves y las especies en general hacen uso del sentido de alerta y al no percibir amenaza entonces exploran espacios que habitualmente antes de las ciudades, les pertenecían”